domingo, 14 de agosto de 2016

Poema X - Agonía


De mi boca te di luz y ambrosía
te di quizás, sin ver, mis primaveras
yo sé amor que tú nos las pedías
pero no te las dí porque quisieras.

Te di mi boca porque era el ungüento
del que, en padecimiento, carecías
y no pensé entonces ni un momento
si era mi amor lo que en verdad querías.

Por eso di un amor de amaneceres
de brisas que acarician, de placeres,
y dí, ya sin medir, sin que pidieras.

Y si es que hoy en mis ojos se inundan
las lágrimas, mi amor, por tu partida
no pienses ni un instante que es tu culpa,
fui yo quién decidió darte su vida.

Tan sólo te pido que cuando observes
aquellas cicatrices hoy sanadas
recuerdes qué te dí, y me preserves
aun entre tus cosas olvidadas.

Porque a pesar de que vivo vacío
y tu padecimiento hoy es el mio,
yo sé que esto no es lo tú que querías.

Lo que restó de aquellas privameras
son flores secas todas prisioneras
en la tierra muerta de mi agonía.

Mayo, 2012

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