lunes, 24 de abril de 2017

Qué si...

Encantador niño te habita
Como de cuento ensoñado,
Escondida la llama
Clama tu piel.
¿qué si hubiera podido medirla?
Si entre mis manos cupiese
Tanta magia no sería.


Un río,
Tibio río,
De fulgor incandecente
Destella un lucero en silencio
Presente sin fin, redondo.


¿Qué si planease? Quizá
Ni me hubiera sucedido.
La fortuna de no esperar
Tiene tu nombre, tu instante.


En tu piel se me confunden tantas cosas
no debiera merecerla, pero llega
como una lluvia tranquila que anuncia el invierno.


¿Qué más da si es el último día?
Tu calor
es nostalgia de placer.