jueves, 25 de agosto de 2016

Aburridisimo



Taciturno, su mirada se mezcla con la noche, como un agujero de inmensidad entre altos edificios y cemento alrededor. Repite lo mismo una y otra vez como olvidando lo que dijo. Sí, tomó un poco más que yo, pero de mi boca el olor a porro sale como si fuera menta. ¿Se pretenderá algún equilibrio entonces? Bah... palabras. La magia es otra cosa y dura poco como una picadura intensa y fugaz.

Siempre pequeño, pero máximo, a lo bonaparte estoy acá con el tabaco encendido y arrebatos de retórica y deseo como descorchando un champange que explota espuma al viento. De a momentos preferiría estar solo, pero me seduce su compañía. Sonríe mirandome a los ojos, como disfrutando de la hipnosis que produce, como le observo los dedos. Un chico teorema más en la semana.

Y los labios. Las manos. Todo parece perfecto en él para satisfacer la noche laboral luego de que "no haya estado pasando nada en mucho tiempo". Hace días llegó y siempre está callado mirando los rincones, como muy educado o distante. Yo lo miré al entrar y hasta hoy, cuando me mira a los ojos, no me había percatado de que en serio es muy atractivo. MUY.

HETERO el tipo. Supuestamente. Le gusta la tipa más ninfómana del hostel que obviamente no le da bola porque tiene re pinta de puto. Yo olí un edipo raro disfrazado de heterosexualidad, si al final vino a acudir a mi, que desde el primer momento le aclaré que me parecía atractivo y que no se acerque tanto porque no iba responder de mis actos (re cagón igual jamás me animé a tirarme encima de él).

Conversamos y fumamos tabaco jugando a que él quiere fumar dentro del hostel y yo no le permito. Es un nene y yo el nerd que no quiere romper las reglas. Pero estoy en mi trabajo pues, no quiero anarcofiesta de irresponsabilidad, al menos no por un supuesto hetero que muere de histérico. Le hago ver un videito que hice para Instagram y al rato saca el celular para mostrarme una foto de su sobrina. Toque sus tobillos, sus piernas, si fuera por mi le lamería el ojo. Hasta el ojo.

Se fue a dormir después de la charla. Me comporté raro también, como loquito pero porque no sé como reaccionar y ahora desde mi escritorio mirando la pantalla de la cámara central busco a ver si no sale de su cuarto y se va a echarse un meo o algo para JUSTO pasar por ahí y a ver si al menos medio dormido le hago aduana.

Lo peor, como broche de oro, viene bajando con unas medias blancas que dibujan unos dedos rendondos, pies divinos y todo más relajado con una maderita de palo santo en la mano. La enciende y yo me acerco a él. Teatralmente. O sea como en un ejercicio de escuela de te-a-tro y me apoyo contra su hombro con la cabeza, le tomo la cintura con los brazos y le rodeo un rato. Con el deseo debajo de la piel como una bomba. El está tan borracho que tambalea, pero se queda ENTIENDEN se queda. Le huelo.

Se rocía después de eso el palo santo espantando MIS malos espíritus y se va a dormir. Voy hasta frente a su cuarto como esperando que salga a besarme y no sale.Y vengo a escribir esto a la computadora de la recepción. Eso nomás.

1 comentario: